Dentro de los animales domésticos
encontramos los animales de compañía, que son los que los humanos tienen en
casa. También son llamados mascotas. Ya sea un gato, un perro, un pájaro o los
roedores, las mascotas se convierten casi en miembros de la familia.
Los animales de compañía pueden tener una
función útil como el perro guardián o el gato que caza a los roedores, pero hay
otros que los tenemos sólo como compañía o entretenimiento, como por ejemplo
los pájaros, que nos ofrecen sus dulces y armoniosos cantos. Normalmente, los
animales domésticos poseen un efecto positivo en la gente, ya que los miramos
actuar con atención y curiosidad.
Los gatos y los perros son animales
afectivos a los que les gustan los mimos, las atenciones y jugar. Son los
animales más cercanos a la familia y se convierten en un miembro más de la
misma. Los roedores, las tortugas y los lagartos son animales más fríos. Son
animales de compañía, pero que trasmiten menos sensaciones y que, sobre todo,
necesitan menos contacto con el ser humano.
Los peces no se tienen por su utilidad,
pero sí por estética ya que existen multitud de peces con multitud de formas y
colores totalmente variados. Además, no
son animales ruidosos y necesitan pocos cuidados (dependiendo del tipo de pez y
de la cantidad que se tenga).
Los
pájaros domésticos son muy populares por sus cantos y sus variados y vivos
colores. Pero debemos aclarar que el canto de un pájaro puede ser muy agradable
o muy cansado, depende del tipo de persona que seas. Los insectos raramente son
utilizados como animal de compañía. Aunque sí hay a quien le gustan las grandes
arañas y las mantienen en un acuario.