Un árbol es una planta perenne, de tallo
leñoso, que se ramifica a cierta altura del suelo. El término hace referencia
habitualmente a aquellas plantas cuya altura supera un determinado límite,
diferente según las fuentes, 2 metros,1 3 metros,2 3 5 metros4 o los 6 m5 en su
madurez. Además, producen ramas secundarias nuevas cada año que parten de un
único fuste o tronco, con claro dominio apical,6 dando lugar a una nueva copa
separada del suelo. Algunos autores establecen un mínimo de 10 cm de diámetro
en el tronco (la longitud de la circunferencia sería de 30 cm ).7 Las plantas
leñosas que no reúnen estas características por tener varios troncos, o son de
pequeño tamaño, se consideran arbustos.
Los árboles presentan una mayor longevidad
que otros tipos de plantas. Ciertas especies de árboles (como las secuoyas)
pueden superar los 100 m de altura, y llegar a vivir durante miles de años.
Los árboles son un importante componente
del paisaje natural debido a que previenen la erosión y proporcionan un
ecosistema protegido de las inclemencias del tiempo en su follaje y por debajo
de él. También desempeñan un papel importante a la hora de producir oxígeno y
reducir el dióxido de carbono en la atmósfera, así como moderar las
temperaturas en el suelo. También, son elementos en el paisajismo y la
agricultura, tanto por su atractivo aspecto como por su producción de frutos en
huerto de frutales como el manzano. La madera de los árboles es un material de
construcción, así como una fuente de energía primaria en muchos países en vías
de desarrollo. Los árboles desempeñan también un importante papel en muchas
mitologías del mundo.